lunes, 3 de diciembre de 2012

Hacer negocio con las sardinas.

- Pingüino, te voy a proponer un plan que abandones de una vez esa vida de hielo y pobreza que llevas. Es un negocio fantástico. Ve buscándote un socio porque estas cosas se llevan mejor entre dos.
- Ya tengo socio. El hielo da mucho compañerismo.
-No necesitas un compañero, no es lo mismo... ni parecido.
-Llámalo como quieras.
-El negocio consiste en lo siguiente: Pedís prestados cinco euros (a un banco, a un inversor, a mí misma...), con esos cinco euros compráis cuatro sardinas, que os salen a un euro por sardina y todavía os sobra uno para hacer frente a cualquier contigencia que pueda surgir. Con las cuatro sardinas os dirigís hacia la manada de focas hambrientas y aburridas de comer merlucillas. Como sois los únicos podéis poner el precio que os parezca a las sardinas, así que se las vendéis a dos euros. Sacáis ocho. Devolvéis los cinco que habíais pedido y aún os quedan cuatro, que son los que ganáis ¿Qué te parece?
- Me parece que ese negocio lo intentaron unos primos míos.
-¿Y se volvieron ricos?
-Se pusieron un poco gordos pero sólo el primer día.
-¿Gordos?
-Ellos fueron al por mayor. Pidieron cuarenta y un euros y compraron cuarenta sardinas. Se repartieron el peso: uno llevaba veinte y el otro las otras veinte. A los pocos pasos a uno le entró un cosquilleo en el estómago y para matar el gusanillo le dijo al otro que le vendiera una sardina "te voy a pagar tu euro, así que... para vendérsela a otra, me la vendes a mí". Le dio la sardina a cambio del euro que habían pedido de más por si las contingencias y el otro se la comió. Al que miraba le dio envidia y le hizo la misma propuesta: "véndeme una sardina". Le pagó con el mismo euro y se comió su sardinita. A los pocos pasos, se repitió la operación: "véndeme una, toma el euro, me la como, véndeme tú también una, toma el euro, se la come". Siguieron caminando y el hielo es lo que tiene, que de puro aburrimiento da hambre, así que ¡otra sardinita! y otra y otra y otra... se comieron las cuarenta: veinte uno y veinte el otro. Cuando llegaron a la colonia de focas no les quedaba ni una. ¡No importa! , dijo uno, ya las hemos vendido todas. Hemos hecho el negocio antes de llegar ¡Exacto! Hemos terminado con las existencias así que hemos ganado cuarenta euros. En ese momento se miran el uno al otro con cara de incomprensión y uno de ellos levanta la mano derecha llevando entre sus dedos índice y pulgar una única moneda de un euro. Sólo tenemos uno, dice desconsolado. No lo entiendo, responde el otro ¿Qué ha pasado?    Esa es mi pregunta ¿Qué pasó?

martes, 30 de octubre de 2012

Infinito negativo.

El infinito no tiene signo. Ni más, ni menos, es ... infinito.
-¿Y un infinito que se haga más grande? ¿Es posible?
-Algo dijo Cantor de eso.
-Yo lo explico más sencillo.
-¿El qué?
-Todo el infinito: el negativo y el que se hace más grande.
-¿Cómo?
-Un día, un día cualquiera (como dicen los clásicos árabes: un día entre los días), tengo menos infinitas ganas de ir a trabajar y al día siguiente tengo todavía menos, o sea más negativo y más que el infinito del día anterior y así día tras día... hasta el infinito.
-Algo decía también Cantor de los infinitos dentro de otros infinitos.

viernes, 26 de octubre de 2012

"El abuelo que saltó por la venta y se largó"

No digo más que el que tenía que haber saltado por la ventana, o haberse largado o cuando menos haberse estado tranquilito es el autor, Jonas Jonasson. Que escriba la lista de la compra, si es que sabe.

martes, 23 de octubre de 2012

La luz.

De puro simple pasa desapercibido siendo uno de los fenómenos físicos (si no el más) más sorprendentes y difíciles de explicar: cuando no hay luz, no se ve, por más que tengamos los ojos abiertos y las cosas estén ahí. Cuando hay luz, se ve ¿Por qué?
¿Qué es, qué tiene la luz, que sin ser "cosa" hace que veamos las cosas?

domingo, 21 de octubre de 2012

-¿Tú por qué has venido?
-No he venido.
-Pues estás.
-Sí, estoy.
-Vale. ¿Para qué estás aquí?
-¿Aquí? Igual podría estar ahí o allí.
-Es lo mismo ¿Para qué estás?
- Si no estuviera no me lo podrías preguntar.

martes, 2 de octubre de 2012

"El mapa del cielo"

-Un mapa del cielo puede ser útil.
-¿De todo el cielo?
-Del cielo, simplemente del cielo ¿O es que tú no miras nunca hacia arriba, pingüino?
-Debo llevar cuidado con el hielo ¿Ese mapa es bueno?
-No. No creas. Es famoso que no es lo mismo. Lo he visto en torres en la fenac.
- A lo que vamos, que me estoy quedando helado ¿No es bueno?
- Quiere serlo, tiene detalles.
-De detalles no se vive, ni se llenan cuatrocientas páginas. Tendrá algo más.
-Sí, marcianos, muchos y malvados marcianos.
-¿Marcianos cuánticos?
-¡Noooo! Así... cuántico, cuántico... no hay casi nada.
-No puede ser "casi", o hay o no hay.
-Es que cita la cuántica, así de refilón, en una frase.
-Yo pregunto por los marcianos ¿Son cuánticos?
-No. Nada parecido. Son armatostes de hace dos siglos.
-Me hubiera gustado conocer a algún marciano cuántico.
-Tú te plantas allí en un... iba a decir un pis-pas pero no sé si es una medida adecuada.
- Y ese "El mapa del cielo" ¿De dónde ha salido?
- De la pluma, o del bolígrafo, o del ordenador de Félix de Palma.
-¿Seguro, seguro que no, que... aunque esté en torres en la fenac, no...?
- Cada cual puede perder su tiempo como quiera pero tú eres cuántico, no tienes nada más que ponerte a la velocidad de la luz y te puedes leer lo que quieras que el tiempo se te congela.
-Congelado me estoy quedando yo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

¡Cuánto tiempo!

¿Sigues ahí?
- ¿Dónde es ahí?
-En el hielo.
-El hielo no es ahí, es aquí.
-Es igual, no empieces, pingüinito.
-No empiezo, yo sigo.Además el hielo es todo.Estar en el hielo es estar.
-También hay agua.
-Debajo del hielo, así que sigue siendo estar.
-De acuerdo pingüino caprichoso, cambio la pregunta incial ¿Sigues?
-Haciendo ¿qué?
- Haciendo nada, simplemente que si sigues.
-Para seguir, previamente habría que haber empezado pero ¿A qué?
-No, no es eso ¿Estás?
-No, ya ves que no. No estoy.
-Podría ser, eres cuántico.
-En ese caso estaría y no estaría, pero no "no estaría" solamente.
-Ha habido un verano ¿Te has enterado? Ha hecho calor.
-¿Verano?  ¿Calor? Si lo que llamas verano se debe a la inclinación del eje de la Tierra y yo vivo en la punta del eje, pues no hay inclinación y si no hay inclinación... ¿De qué verano me hablas?
-Olvida lo del verano. Es asunto de pobres mortales que nos arrastramos por una realidad material, resbalando constantemente hacia el otoño por un eje inclinado como un tobogán.
-¿Llegáis abajo alguna vez?
- ¿Y tú pingüino cuántico, que cruzas el espacio-tiempo como pedro por su casa me preguntas si llegamos abajo? ¿Qué es abajo?
-Simple mortal que te arrastras, abajo es donde se manchan las cosas cuando caen.

lunes, 23 de julio de 2012

En verano

En verano aumenta la temperatura de los cuerpos, tanto de líquidos y sólidos como de gaseosos, pudiendo llegar incluso a cambiar de estado.
-¿Cambiar de estado? ¿De estado civil?
-¿Qué es "civil"?
-En realidad civil, significa no militar, pero puede tener más interpretaciones.
-El estado que a mí se me cambia no es ni civil, ni militar. Es que el hielo se derrite y tengo que alejarme, tengo que alejarme...
-¿Dónde vas?
-Lejos, más lejos, donde no haya tanto cambio. Donde haya más seguridad, el suelo sigua firme bajo tus pies...
-¡Huy! me temo que tendrás que correr mucho pingüinito.

viernes, 6 de julio de 2012

¡Lo han encontrado!

-¡Lo han encontrado! ¡Estaba, estaba!
-¿Qué pasa, pingüino? ¿Qué y quién es lo que han encontrado?
- El bosón. Faltaba un bosón. Imagínate que resulta que no es que no estaba, sino que no fuera, que no hubiera.
-¿Que no hubiera qué?
-Si no fuera, resulta que los que somos cuánticos tampoco seríamos ¡Oh! No sería la angustia de la fugacidad de la existencia, sino la ausencia de existencia misma. No podría estar aquí y en otro mundo... sería fatal pero ¡El bosón de Higgs existe!
-¿El qué, de quién?
- La partícula que da masa a todo lo que existe.
-¡Ah! Comprendo. El tal Higgs debe ser un panadero. Lo que no entiendo es que tienes que ver tú con la masa de los panaderos.

viernes, 29 de junio de 2012

Profes cuánticos.

¿Sabes pingüino que existen los profes cuánticos?
-¿Los han fabricado en el ciclotrón?
-¡No! Aquí no se necesita un acelerador de partículas, es mucho más fácil.
-¿Con una batidora, quizás?
-Con una medio-ley. Mira, te lo explico: como tú bien sabes, las partículas cuánticas (en realidad son todas, pero vamos a centrarnos en su aspecto cuántico) son aquellas que no tienen una posición determinada, sino que sólo existe la probabilidad de que estén en un lugar o en otro.
-Por eso, los que somos cuánticos estamos en varios mundos a la vez.
-No te chulees pingüino que ahora lo hace cualquier profe sin despeinarse. Un profe, que antes estaba bien determinado en su colegio, en su curso, en su todo... ahora no sabe si está en su cole o en otro, no hay forma de saber si estará aquí o allá, tan sólo se puede calcular la probabilidad de una posición u otra. Cuando llegue septiembre, se coplasará su función de onda y ¡Zas! aparecerá en un cole o en otro, en un pueblo o en otro, o incluso puede llegar a aparecer simplemente en su casa ¿A que es cuántico total?
- Pues si lo quiere sabe antes de septiembre, ya sabe: la fórmula de Srödinger.
-¿Y si se vuelven gatos vivos y muertos al mismo tiempo?
-Una experiencia nueva.

lunes, 11 de junio de 2012

De acá para allá.

Hace mucho que no te vemos ¿Dónde has estado pingüino?
-De acá para allá... o quizás he estado aquí todo el tiempo.
-No empieces con tus desvaríos: o has estado aquí, o te has ido.
-Voy a explicarlo: cuando me desplazo en las dimensiones cuánticas, no es que me traslade (no voy de acá para allá patinando por el hielo), puesto que allí, en la cuántica, no existe el concepto de distancia.
-¿Ah, no? Entonces ¿Cómo sabes que te mueves, que te desplazas, que ya no estás en el mismo sitio?
-Porque se me modifica el spin ¿No lo has notado? Anda, mírame bien y fíjate en el spin...

martes, 22 de mayo de 2012

Perdido y encontrado.

Pingüino, si te vas por esos mundos cuánticos de Dios, no te podré encontrar ¿O estabas con las ovejas surrealistas?
- Las ovejas surrealistas no dan conversación. Estaba solo y aburrido.
- Solo y aburrido ¿En dónde?
-Aquí. Siempre, siempre, en cualquier circunstancia, pase lo que pase, estoy aquí ¿Acaso se puede estar allí?
-Si eres cuántico sí ¿Se te ha olvidado pingüinito?
-Nadie venía a verme.
-La puerta estaba cerrada. Totalmente. No había forma de entrar.
-¿La puerta de dónde?
-De tus mundos cuánticos... supongo.

martes, 24 de abril de 2012

Más ovejas surrealistas.

Las cien ovejas, ya sabemos que son todo el tiempo las mismas, van por el campo y dice una: ¡guau,guau,guau!, otra le contesta: ¿Estás tonta? ¿Qué haces? Si nosotras no sabemos ladrar... y las otras noventa y ocho dicen: beeeeeeee.

lunes, 23 de abril de 2012

ovejas surrealistas

Dice una oveja: muuuuuu y le contestan las otras 99: beeeeeeee.
Así no hay quien lleve una conversación, piensa la primera, no dicen ni mu.

domingo, 22 de abril de 2012

ovejas surrealistas

Van cien ovejas por un campo y dice una: "no me gusta nada la hierba azul". Otra le contesta: "Pues déjala a un lado" y las otras noventa y ocho dicen: "beeeeee".

viernes, 13 de abril de 2012

"El mapa y el territorio"

-Pingüinos nos estabas preocupando.
-¡Oh, no! ¿Se está abriendo el hielo?
-No, por el hielo no, por ti.
-¿Por dónde? ¿Por dónde me estoy rajando? ¡Socorro! Que me rajo...
-Tampoco te rajas, nos empezábamos a preocupar porque no sabíamos nada de ti ¿Dónde has estado?
-Me he perdido en "El mapa y el territorio".
-Querrás decir que te has perdido en un territorio sin mapa.
-No, quiero decir lo que he dicho, o lo que es lo mismo he dicho lo que quería decir. Me he perdido en "El mapa y el territorio" de Michel Houellebecq al que algunos llaman "enfant terrible" de las letras francesas y a mí me ha parecido más bien terrible para los lectores sean de donde sean.
-Ya será menos, pingüino, eres muy sibarita.
-Como los peces que no me quitan las focas, duermo en el trozo de hielo que no se derrite, veo el cielo sólo cuando no hay nubes... ¿Tengo que decir que me ha gustado aunque me hayan dado ganas de echarlo al agujero de los peces? No, no y no. No me ha gustado ¿Esto es ser sibarita?
-No, quizás simplemente exigente.
-Mira, mira lo que ves si te pierdes por el territorio de este tipo, con mapa o sin él: " Al subir al vehículo advirtió que sobre todo lo ocupaban jóvenes (...). Jubilados también y algunas mujeres árabes acompañadas de niños pequeños. Allí había, prácticamente de todo, salvo miembros de la sociedad activos, productivos" ¡Uahhhhhh! Si las mujeres (árabes o no ¿qué importa?) no son productivas ¿Qué será de mi lindo huevito para incubar?

domingo, 18 de marzo de 2012

Adivinanza.

-¿Qué cosa es que cuanto más harta estás de ella, más miedo te da perderla?
Que cuando no lo tienes, sufres por no tenerlo y cuando lo tienes, sufres (tanto o más) por tenerlo y si es mucho, todavía peor.
Que el que te toca casi nunca es el que te gusta pero sí al de al lado y el que le toca al de al lado tampoco le gusta, pero sí a otro de al lado (de al lado de más allá...).

lunes, 5 de marzo de 2012

Tropezar.

-¿Por qué no miras por dónde pisas, pingüino?
-No lo necesito. Aquí no hay perros, así que no hay que peligro de que pise una caca.
-¿Las focas no hacen caca?
-Mirar más allá amplía el mundo y mueve la línea inalcanzable del horizonte.
-Mirar aquí te impide tropezar.
-¡Plaf!
-¿Qué te dije?
-¡Se me va! Se me va el horizonte...

domingo, 26 de febrero de 2012

Superconductor.

Un superconductor debe ser una clase de superhéroe de tebeo que no vuela, así que superconduce.
-No me cuadra.
-¿Con qué no te cuadra?
-Tiene que ser multicapas y multicolor.
-Perfectamente. Casi todos los superhéroes llevan capa y no hay problema en que sea multicolor. Al que no le gustaría sería a Batman, que ya sabemos que va de negro.
-Tendría que ser un superhéroe muy súper, muy súper, muy súper porque posiblemente vivamos dentro.
-¿Dentro de qué...?
-Del superconductor multicapas, multicolor.

lunes, 20 de febrero de 2012

Simetría

-¿Se puede saber qué haces dando saltos a un lado y a otro?
- Aquí no hay espejos. Tengo que hacer yo los dos lados: primero aquí, salto enfrente, vuelvo aquí, salto enfrente... es cansado.
- No es cansado, pingüino, es una tontería ¿Para qué quieres hacer tu reflejo?
- Por la simetría.
-¿ ?
- Ya sabes, "la cromodinámica cuántica está construída en un sentido profundo y literal como la encarnación de la simetría". Necesito simetría, tengo que saltar, a un lado, saltar, al otro. Si no tengo simetría me quedó sin campo y pierdo los mundos cuánticos. Es cansado.
-Cálmate un poquito, sosiega y díme: ¿Tú sabes lo que es la simetría?
- ¡Faltaba más! lo de los espejos: a un lado, a otro, a un lado, a otro... y en los dos lados igual.
-¿Igual, igual?
-¡No me pillas! igual, igual, no. En simetría se dan distinciones que no establecen ninguna diferencia pero distinciones haylas.

lunes, 13 de febrero de 2012

A vueltas con los jamones.

-Pingüino espabilado, tal y como haces a menudo, te metes en un lío y no sabes salir.
-Aquí no hay paredes ¿De dónde voy a salir?
-Paredes no pero parece que techo para colgar jamones sí.
-No son comestibles, son metafóricos.
-Reales o metafóricos no hace al caso. Lo que importa es que si el mundo (el que somos capaces de observar y percibir) se reduce, los jamones no se caen, mientras que si se amplía (todo en la misma proporción: al doble, o al triple, o diez veces más...) entonces, se caen.
-¡Ah! Vaya... cuando se amplía... sí, claro... los jamones pesarán más... pero la cuerda también será más grande y más gorda.
-Pero la superficie y el volumen no son magnitudes proporcionales. Al ampliar la cuerda, como es una superficie, se amplía (digámoslo así) de cien en cien, mientras que el volumen (y en este caso, por consiguiente el peso) aumenta de mil en mil. Con lo que la cuerda no podrá soportar el peso del jamón y...
- ¡Menos mal que son metafóricos!  debe ser duro que te caiga un jamón en la cabeza... y encima con la grasa que chorrean...

domingo, 5 de febrero de 2012

"Cuanto más deprisa voy, más pequeña soy".

-Eso no es tan raro pingüino. Si te alejas de mí, te veré más pequeño.
-No va por ahí. Yo no he dicho nada de alejarme, sólo digo que voy deprisa. Puedes venir perfectamente a mi lado tan depirsa como yo. Por otra parte, no he dicho que me veas pequeño, he dicho que soy pequeña (de momento lo dejamos así, aunque no concuerde el género).
-¿Entonces...? ¿Otra vez con el espacio "palante-patrás"?
-No, es cosa del frío.
-¿El hielo te hace ir deprisa?
-No es a mí. Es a una filandesa. Se llama Kjersti Annesdateer Skomsvold.
-¿?
- Se llama así, no me lo invento. Nombre y apellidos, nombre compuesto... no lo sé. Lo que sé es que ella dice que "Cuanto más deprisa voy, más pequeña soy". Lo dice por escrito, no son muchas páginas, así que, en el improbable caso de que te aburra no vas a gastar mucho tiempo en leerlo. Aunque repito: no te va a aburrir, incluso en algún momento te puedes reír. A pesar de que esta gente de la nieve (no confundir con nosotros, los del hielo, que somos más divertidos) en el fondo son tristes, apagados, les falta... sol.

martes, 24 de enero de 2012

¿Se caerán los jamones colgados?

-Voy entendiendo lo del tiempo: si se detiene totalmente, nadie lo notará. Según esto: Si se reduce el mundo-todo el mundo que somos capaces de percibir- con todo lo que contiene, incluídos los que seres más o menos conscientes ¿Tampoco se notará? Si yo me reduzco a la décima parte y mis zapatos, mi casa, mi coche, las calles de mi ciudad... también lo hacen en igual medida ¿Lo puedo notar? Supongo que no.
-Un detalle, pingüino ¿Incluyes también esas enormes files de jamones colgados por un cordel que hay en muchos almacenes, bares, carnicerías...?
-Sí, claro. No vamos a dejar los jamones sin reducir (a lo mejor no estaría mal pero no es el caso).
-Entonces su dueño se enteraría porque se le vendrían todos (o su inmensa mayoría) al suelo.
-Quizás sea porque en el hielo no hay jamones, el caso el que no lo pillo ¿Por qué se iban a caer los jamones?

sábado, 14 de enero de 2012

¡Explícate, pingüino, explícate!

-Algo pasa con el hielo pingüino. O a ti te hiela cuando te explicas o a nosotros nos congela las entendederas. La cuestión es que no sabemos qué pasa ni con el árbol, ni con los comentarios.
-¿El árbol? Eso quisiera yo, saber dónde está.
-¿Y los comentarios? ¿Haces o no haces? No nos engañes pingüino, tú eres pingüino-pingüino, pingüino-anónimo, pingüino-teresa.
-Que no, que los gato-vivo, gato-muerto son los cuánticos. Yo soy antártico, an-tár-ti-co, no cuántico. Alguna vez, tiempo "patrás", he sido pingüino-anónimo. Ahora ya sólo soy pingüino-pingüino.
- Entonces ¿Vas a contestar?
-Sí, síiiiii, me gustan los comentarios... recientes.

viernes, 13 de enero de 2012

No "mestreséis"

-Pingüino, te vas por ahí a buscar árboles y mientras tanto se te acumula el trabajo.
-¿Trabajo? ¿Dónde, cómo, por qué, quién? ¿Hay peces?
-Hay comentarios.
-¿En qué mundo?
-En el tuyo, en cualquiera en el que estés. Los comentarios van contigo.
-¿Como la canica?
-Sí, como la canica. Y como la canica, dan trabajo.
-La canica hay que volcarla... cualquier día... estoy a punto.
-Los comentarios hay que leerlos y contestarlos.
-¿Qué comentarios?
-Los que te dan, deberías estar agradecido.
-¿A otros pingüinos no les comentan? ¡Oh! Pobres...
-Escucha pingüinito. Vamos a hacer un trato: tú ya no escribas más comentarios, ni desde el mundo anónimo, ni desde ninguno.
-¡Bien! ¡Me dedicaré a mi canica!
-Más despacio, algo tendrás que hacer a cambio.
-No mestreses, no mestreses... que lo del vuelco de la canica lleva lo suyo.
-Tú ganas. Olvídate de los comentarios.
-No me puedo olvidar ¡Me gustan los comentarios! Si no encuentro peces... como comentarios.
-Come pero no comentes.
-Hay un problemita.
-¡Siempre tienes un problemita!
-Me gustan los comentarios fresquitos, como los peces.
-Así como del mes...
-Ahora pueden ser del año.
-Ya, claro... qué listo eres.

Estoy aquí.

-Pingüino nos tenías preocupadas. Hace mucho que no sabíamos de ti.
-Sí... ya... todo el mundo mandándose mensajitos bonitos,  poniendo canicas y lindos huevitos de colores por todas partes, cantando lo de la nieve...
-Era el momento ¿Y tú?
-Con un problemita.
-¿Con los mensajitos bonitos, con los lindos huevitos de colores, con la nieve?
-Lo de la nieve bien, muy bien, a montones. Todo blanco, blanco ¡Guay!
-¿Entonces?
-¡No he encontrado árbol!
- Pero pingüinito ¿Acaso tenías lindos huevitos de colores para colgar en sus ramas? Sólo tienes una triste canica ¿y querías un árbol de Navidad?
-¡Ojo! Te equivocas, lo que yo quería era una Navidad con árbol, que es parecido pero no es lo mismo.