lunes, 13 de febrero de 2012

A vueltas con los jamones.

-Pingüino espabilado, tal y como haces a menudo, te metes en un lío y no sabes salir.
-Aquí no hay paredes ¿De dónde voy a salir?
-Paredes no pero parece que techo para colgar jamones sí.
-No son comestibles, son metafóricos.
-Reales o metafóricos no hace al caso. Lo que importa es que si el mundo (el que somos capaces de observar y percibir) se reduce, los jamones no se caen, mientras que si se amplía (todo en la misma proporción: al doble, o al triple, o diez veces más...) entonces, se caen.
-¡Ah! Vaya... cuando se amplía... sí, claro... los jamones pesarán más... pero la cuerda también será más grande y más gorda.
-Pero la superficie y el volumen no son magnitudes proporcionales. Al ampliar la cuerda, como es una superficie, se amplía (digámoslo así) de cien en cien, mientras que el volumen (y en este caso, por consiguiente el peso) aumenta de mil en mil. Con lo que la cuerda no podrá soportar el peso del jamón y...
- ¡Menos mal que son metafóricos!  debe ser duro que te caiga un jamón en la cabeza... y encima con la grasa que chorrean...

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