martes, 11 de octubre de 2011

muundos cuánticos

Pingüino, ya estás otra vez en la nube.
-No, estoy en otro mundo ¿No era así?
-Era en varios mundos a la vez.
-¿Y cómo me parto: derecha-izquierda o arriba-abajo? El pie derecho en un mundo y el izquierdo en otro... pero siento los dos igual de fríos... la cabeza en uno y los pies en otro... ¡vaya desfase!
-No. Tranquilo. Es todo entero.
-¿Todo entero? ¿En dos mundos distintos, diferentes?
-O en tres, o en veinte o en mil o...
-¡Me mareo! No, porfa, quiero mi nubecita.
-Son consecuencias de la física cuántica. Se puede ¿Tú conoces al gato de Srödinger?
-Soy un pingüino. Conozco a alguna foca.
-¡Un gato! pingüino, un simple gato.
-Vale ¿Qué pasa con ese gato?
-Que su dueño. El "inventor" de la fórmula de la función de onda del electrón, básica y fundamental en la mecánica cuántica tenía un gato metido en una caja con una bolsita con veneno y el gato estaba vivo y muerto.
-¡Qué tontería! Yo también estoy vivo y si me como el veneno estoy muerto.
-No, él estaba vivo y muerto ¡a la vez! hasta que se colapsaba la función de onda, la que se calcula con la fórmula de antes. También se pueden elegir otras posibilidades: comer y no comer, andar y parar...¿Lo vas pillando pingüinito?
-Sí, sí, claro. Esto... sólo hay algo que... no sé... ¿Me puedes aclarar qué cosa es un gato?

martes, 4 de octubre de 2011

¿El mundo? ¿Qué mundo?

El pingüino feliz: ya tengo trabuco, tengo trabuco. Me puedo echar al monte.
-¿Y la manta, pingüinito?
- Aquí hace mucho, mucho frío, esto es todo hielo... he pensado... mejor...¡Un saco de dormir!
-¡Que no! que la manta no es para dormir ¿Te imaginas la pinta que tendrías con la navaja cabritera en una mano y en la otra en vez de la manta rayada dispuesta para enredar al enemigo cual si de red de gladiador romano se tratara... enredado en el ala: ¡Un saco de dormir! ¡Fantástico! Ridículo total. Pingüino que no estás en el mundo.
-¿No? ... ¿De...de verdad que no estoy en el mundo? ¡socorro! Entonces ¿Dónde estoy?
-En la nube, pingüinito, en la nube.
     El pingüino se para. Mira hacia arriba, hacia abajo, otra vez hacia arriba. Reflexiona...
-¿Y la nube dónde está?