ADIVINANZA PARADÓJICA

- Estoy pensando algo que me parece un poco paradójico o al menos contradictorio.
- Tú dirás, sesudo pingüinito ¿Es un asunto cuántico?
- No lo sé, a ver a ti qué te parece. Primero la adivinanza: es lo único que realmente tenemos pero al mismo tiempo es justamente lo que más nos falta. 
- ¿La tengo que adivinar?
- Llevas una buena pista: ¿Te acuerdas de aquello de "Este banco está ocupado... y el hijo ya te lo he dicho"? Pues yo también te lo he dicho.
- Me lo has puesto muy fácil, pingüino cuántico. Siempre estás con lo mismo. Efectivamente, lo único que realmente tenemos es tiempo y lo único que se nos va irremediablemente y cada vez nos falta más también es el tiempo. Paradójico, en efecto.

SHAKESPEARE Y EL PINGÜINO

-Pingüino, me mola lo de la cuántica ¿Cómo podría yo ser cuántico?
- Es fácil. Lo tienes casi todo hecho. Basta con que cambies tan solo una letra.
- ¡Vamos con ese cambio! A la era cuántica...
- Tienes que decir:" Ser y no ser (al mismo tiempo). Esa es la cuestión".  Amigo Shakespeare, bienvenido al mundo cuántico.

INSTANTE (Wislawa Szymborska)

 LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS

Cuando pronuncio la palabra FUTURO
la primera sílaba pertenece ya al pasado.

Cuando pronuncio la palabra SILENCIO
lo destruyo.

Cuando pronuncio la palabra NADA
creo algo que no cabe en ninguna "no-existencia".

Wislawa Szymborska, de su libro INSTANTE (2002)

QUEBRAR EL TIEMPO II

-Oye pingüino listillo, he estado pensando en lo de quebrar el tiempo.
-¿Has pillado ya lo de la velocidad y todo eso?
-No. Lo mío es mucho más fácil.
-¿Ah, sí? ¿Cómo lo haces tú para quebrar el tiempo?
-Sencillo. Me echo una siesta de pijama y orinal, y cuando me despierto el mundo ha seguido y yo me he quedado atrás. Lejísimos. Tiempo irrecuperable. Quebrado para toda la eternidad.

QUEBRAR EL TIEMPO... ¿Y EL ESPACIO....

-Pingüino listillo ¿Tú crees que se puede quebrar el tiempo?
-Sí, claro ¿Por qué no se va a poder?
- Porque es un continuo, nunca cesa. Fluye y fluye y fluye sin detenerse.
- Yo soy cuántico. Puedo hacerlo. Atiende: Te pones a la velocidad de la luz y ahí ya se detiene el tiempo, aceleras y se quiebra del todo. Cuando vuelves, compruebas que existe una falla entre tu tiempo y el resto. Quebrado, roto. Es fácil.
- ¿Y el espacio?
- No tengo nada más que mirar al hielo. Cada día aparece una grieta nueva.

ADOLESCENTE CUÁNTICO

-Llévate el móvil. Quiero saber dónde estás en cada momento.
- ¿Conocer la posición en el momento?
-Sí, claro.
- Pero no puedo estar diciéndote a cada momento en qué posición estoy.
- ¡Vaya¡ Ahora resulta que sois cuánticos: si se sabe la posición no se sabe el momento y si sé el momento no sé la posición.
-Exacto mamá, no te esfuerces en seguirnos.


Nota: el pingüino se ha permitido jugar con la palabra "momento" dándole el significado habitual por una parte y el significado físico (momento angular)  por otro.

DE GARCÍA LORCA

CASIDA DE LAS PALOMAS OSCURAS (fragmento)

Por las ramas del laurel
vi dos palomas oscuras
la una era la otra
y las dos eran ninguna.

-Esto no es cuántica, pues no está una en dos situaciones.
 Esto es anticuántica, pues están dos en ninguna situación.
  ¡Caramba con García Lorca!

EL HORIZONTE

-Oye pingüino, si el camino se hace al andar ¿El horizonte lo hacemos cuando miramos?
-No lo sé. No he estado nunca allí.
-¡Cómo que no! Yo te he visto en el horizonte.
-No he dicho que no me hayas visto allí, sino que no he estado. Lo uno no lleva a lo otro.