miércoles, 4 de junio de 2014

Aumentar hasta el infinito.

-Una vez dijiste que sacabas algo de la nada y ahora vas a aumentar hasta el infinito... no sé cómo si el infinito es... eso:infinito.
-No te engañes, no voy a alcanzar el infinito. No quiero tanto, me conformo con un trozo.
-Entonces no será infinito.
-Sí lo será. Al infinito sólo le conocemos así: fotos de medio cuerpo, o de menos, pero es él. Le reconocemos.
- de acuerdo, cuéntame el truquito de hoy.
-No son trucos. Son matemáticas comprobadas por cualquiera que cuente dos y dos.
-De acuerdo.
- !He encontrado la manera de que no se me acaben nunca las sardinas!
-Es fácil:no comiéndotelas.
-Entonces¿Para qué las querría?
El milagro se consigue de la siguiente manera: colocas las sardinas formando una circunferencia. Tiene que ser perfecta porque si no, falla. Las matemáticas son así de caprichosas. Luego colocas a unos cuantos pingüinos amigos formando un radio. Luego sólo queda repartir las sardinas entre los pingüinos.
-¿Dónde está la gracia?
-En que el resultado es pi, y como todo el mundo sabe !Es infinito! Así que a comer sardinas hasta reventar.
-No lo tengo muy claro.
- El único problema es que los trozos son cada vez más pequeños, pero ¡Tenemos todo el tiempo del mundo!