viernes, 13 de enero de 2012

No "mestreséis"

-Pingüino, te vas por ahí a buscar árboles y mientras tanto se te acumula el trabajo.
-¿Trabajo? ¿Dónde, cómo, por qué, quién? ¿Hay peces?
-Hay comentarios.
-¿En qué mundo?
-En el tuyo, en cualquiera en el que estés. Los comentarios van contigo.
-¿Como la canica?
-Sí, como la canica. Y como la canica, dan trabajo.
-La canica hay que volcarla... cualquier día... estoy a punto.
-Los comentarios hay que leerlos y contestarlos.
-¿Qué comentarios?
-Los que te dan, deberías estar agradecido.
-¿A otros pingüinos no les comentan? ¡Oh! Pobres...
-Escucha pingüinito. Vamos a hacer un trato: tú ya no escribas más comentarios, ni desde el mundo anónimo, ni desde ninguno.
-¡Bien! ¡Me dedicaré a mi canica!
-Más despacio, algo tendrás que hacer a cambio.
-No mestreses, no mestreses... que lo del vuelco de la canica lleva lo suyo.
-Tú ganas. Olvídate de los comentarios.
-No me puedo olvidar ¡Me gustan los comentarios! Si no encuentro peces... como comentarios.
-Come pero no comentes.
-Hay un problemita.
-¡Siempre tienes un problemita!
-Me gustan los comentarios fresquitos, como los peces.
-Así como del mes...
-Ahora pueden ser del año.
-Ya, claro... qué listo eres.

4 comentarios:

  1. No puedo, ya no puedo comentar,ni como anónimo ni como nada.

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  2. Así está bien pingüinito bonito. Sigue con tu canica que ya comento yo.

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  3. Y, si me da la gana ¿qué?
    No hay que tener miedo. Bueno, algo de frío, sí
    Paca

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  4. Si te da la gana... que le culpan al pobre pingüino de ser Juan Palomo: que él es el que escribe, él es anónimo y es el que comenta. Ahora para desfacer entuertos pingüino ya no va a ser anónimo (nunca más, lo prometo. Si comento, será como pingüino) y si llegas tú y en vez de como Paca, también pones anónimo... pues enredamos más la madeja, aunque no hay ninguna ley que diga que las madejas tienen que estar desliadas, con lo que... comenta como te dé la gana.

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