Pingüino, ya estás otra vez en la nube.
-No, estoy en otro mundo ¿No era así?
-Era en varios mundos a la vez.
-¿Y cómo me parto: derecha-izquierda o arriba-abajo? El pie derecho en un mundo y el izquierdo en otro... pero siento los dos igual de fríos... la cabeza en uno y los pies en otro... ¡vaya desfase!
-No. Tranquilo. Es todo entero.
-¿Todo entero? ¿En dos mundos distintos, diferentes?
-O en tres, o en veinte o en mil o...
-¡Me mareo! No, porfa, quiero mi nubecita.
-Son consecuencias de la física cuántica. Se puede ¿Tú conoces al gato de Srödinger?
-Soy un pingüino. Conozco a alguna foca.
-¡Un gato! pingüino, un simple gato.
-Vale ¿Qué pasa con ese gato?
-Que su dueño. El "inventor" de la fórmula de la función de onda del electrón, básica y fundamental en la mecánica cuántica tenía un gato metido en una caja con una bolsita con veneno y el gato estaba vivo y muerto.
-¡Qué tontería! Yo también estoy vivo y si me como el veneno estoy muerto.
-No, él estaba vivo y muerto ¡a la vez! hasta que se colapsaba la función de onda, la que se calcula con la fórmula de antes. También se pueden elegir otras posibilidades: comer y no comer, andar y parar...¿Lo vas pillando pingüinito?
-Sí, sí, claro. Esto... sólo hay algo que... no sé... ¿Me puedes aclarar qué cosa es un gato?
Sí, claro, cómo no. Un gato es lo que está detrás de la sonrisa que ve Alicia en el País de las Maravillas.
ResponderEliminarAquí sólo hay hielo, alguna foca y con suerte, un pez en el agujero.
ResponderEliminarBueno teresa, lo de la física cuántica me ha dejado un poco asíi; pero luego ya con el gato, me he tranquilizado.
ResponderEliminarLo de estar viva y muerta a la vez me lo has descubierto.¡Se está mejor¡
¡Eh! que lo de la física cuántica yo he dicho yo: el pingüino.
ResponderEliminarTeresa lo único que quiere es dejarme mal y hacerme pasar por más bobo de lo que soy.