viernes, 31 de enero de 2014

ALGO DE LA NADA (II)

-Voy a sacar cosas de la nada.
-¿Otra vez? A ver si te vas a juntar con tantas que invades el hielo. Aunque la primera tampoco es que te saliera tan bien.
- Ahora está tan claro que no puede fallar. Volvamos a las matemáticas. Concretamente a elevar a una potencia. Si multiplicas una cosa por esa misma cosa, pongamos una sardina por otra sardina (multiplicar, no confundir con sumar que serían dos sardinas) sale eso mismo al cuadrado: sardina al cuadrado. Si en vez de dos factores multiplicando se ponen tres, sale al cubo (a la tres). Si pones cuatro, a la cuarta y así sucesivamente.  Obviamente, si sólo la pones una vez, te sale elevado a uno, que es la misma cosa tal cual estaba.
-Es fácil, lo sabe cualquiera. No veo que se saque algo de nada.
- La magia viene justamente cuando esa cosa, sardina o lo que sea, no se pone ninguna vez. Sería elevado a cero.
-¿Y...?
-Y... ¡tachán! cualquier cosa, sea lo que sea, elevado a cero es igual ¡A uno! Ahí lo tienes: un uno que ha salido de la nada porque la sardina la hemos puesto cero veces, o sea ninguna vez. No hay sardina.
-Hay una cosita que no pillo.
-¿...?
-Ese uno ¿Es una sardina, un pez, un oso polar, un millón de euros...?
-Ese uno es eso: uno.
-¿Un qué...?
-No es "un", es 1. No es un qué nada, es 1.
-No creo que un uno nada me sirva para algo. 

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